Hola a todos.
Ruta programada para realizar con el Instituto Rosa Chacel de Colmenar Viejo.
A continuación os adjunto la programación de la senda medioambiental que vamos a realizar el día 21 de mayo de 2015 con los grupos de 2º ESO como salida de campo de Ciencias Naturales. Dicha programación la ha realizado mi hermano Francisco Rosa Novalbos, guía titulado de montaña que nos acompañará durante la senda.
Ruta programada para realizar con el Instituto Rosa Chacel de Colmenar Viejo.
Descargar track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9107599#lb-download
Descargar mapa en PDF: https://drive.google.com/file/d/0BwXm9RaPECotVFFtNDEtZXNMMXc/view?usp=sharing
Distancia: 16 km.
Desnivel: 100 m. de subida y 770 de bajada.
Tiempo sin paradas 4 h. 45 min.
Dificultad: Técnicamente fácil y físicamente moderado.
Se trata de una preciosa ruta por el nacimiento del Río Lozoya, también conocido en esta zona como Arroyo de la Angostura, donde podremos contemplar pinares silvestres, abedules, acebos, fresnos, robles y por supuesto bosque de ribera. En el río también podremos observar saltos de agua, puentes y pozas aptas para el baño, aunque depende de la fecha el agua puede estar más gélida o menos. Por lo que toca a la fauna, difícil de ver cuando vamos en un grupo grande porque hacemos mucho ruido y los animales se asustan, podríamos ver corzos, ardillas, zorros, nutrias, y diversos tipos de aves.
Saldremos del Puerto de Cotos con dirección hacia el refugio de El pingarrón. Una vez alcanzado éste nos dirigiremos a cruzar el Arroyo de las Guarramillas, que baja directamente desde la Bola del Mundo (o Alto de las Guarramillas). Una vez alcanzado y según esté el terreno o bien descenderemos dicho arroyo o bien bordearemos la loma hacia el Arroyo de las Cerradillas para después bajar hasta la Angostura. Por el primero de los caminos podríamos observar una interesante chorrera.
A lo largo del camino tendremos que ir vadeando los pequeños o grandes arroyos que vierten sus aguas a la Angostura. La mayoría tienen puentes de madera o piedra, pero algunos habrán de ser cruzados por las siempre divertidas piedras inestables o a base de saltos. Por ello se recomienda traer en la mochila una vestimenta de repuesto: pantalones, calcetines y zapatillas, a parte, claro está, de la siempre necesaria camiseta. Además de esto debéis consultar el articulillo sobre las nociones mínimas y material indispensable para salir al campo: http://diario1caminante.blogspot.com/2012/02/vamos-al-campo.html
También habremos de cruzar varias veces el arroyo principal, aunque ahora sí, por auténticos puentes como el de los Hoyones o el de la Angostura. Todo ello para llegar, después de 10 km, a la Presa del Pradillo, un buen lugar para refrescarse en verano. Tras la presa está el área recreativa de La Isla, que consta de dos chiringuitos donde poder tomar un refrigerio (incluso comer) cuando vayáis con vuestros padres.
Tras un par de kilómetros llegaremos hasta el Arroyo del Aguilón, famoso por albergar las Cascadas del Purgatorio, uno de los saltos de agua naturales más importantes de Madrid. Lamentablemente no tendremos tiempo para visitarlas. Un kilómetro más abajo llegaremos a Las Presillas, también famosas por ser uno de los pocos sitios en Madrid donde podemos pasar los días de calor bañándonos en las fresquitas aguas del Lozoya; eso sí, rodeados de cientos de personas.
Río abajo cruzaremos el Puente del Perdón, donde cuenta la leyenda que los quiñoneros, milicias populares del siglo XIV, antes de administrar justicia a los reos, les revisaban la sentencia ante el Monasterio de El Paular y si resultaban inocentes les dejaban cruzar el puente en libertad, en lugar de seguir camino hacia la Casa de la Horca (que se encuentra frente a la Presa del Pradillo, cruzando la carretera).
La ruta termina al otro lado del puente, en los muros del Monasterio de Santa María de El Paular, antiguo monasterio cartujo, hoy abadía benedictina con ocho monjes que la cuidan. Desde 1390 y hasta la Desamortización de Mendizábal (1835), el monasterio, junto con el palacio real anejado, fue el motor de la economía del Valle del Lozoya: explotaban los montes, el río y los terrenos cultivables. Durante la Guerra Civil el ejército republicano lo destruyó, al igual que todas las iglesias del valle, y durante el franquismo se lo otorgó a la orden benedictina. Desde entonces se ha venido restaurando, destacando especialmente la conversión del palacio en un hotel.
Esperemos que lo disfrutéis. Nos vemos en Cotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario