Artículo realizado por Emilio Bustos, Lorena Vega, Beatriz López, Iona Martínez, María Redondo, Julia Prado, Jessica Sánchez y Diego Moya.
El viernes 9 de abril fuimos al laboratorio durante la hora de clase para hacer una práctica sobre la calidad del agua con una estudiante del IES Rosa Chacel de 2º de Bachillerato Internacional que había hecho su monografía sobre este tema, Paula Civantos.
En el laboratorio nos enseñaron varios sensores para medir la calidad del agua que estaban conectados a un aparato registrador para examinar la información de los siguientes parámetros químicos: el oxígeno disuelto (medición indirecta de materia orgánica), la conductividad (metales pesados disueltos), la temperatura y el pH en el agua (cuyo medidor se calibra con disoluciones tampón para ajustarlo).
Además, nos trajeron tres tarros de cristal rellenos de agua de diferentes sitios:
- el primero pertenecía a un lugar cercano a la salida del agua de la potabilizadora de Colmenar Viejo
- el segundo provenía de un arroyo cercano al carril bici junto con unos terrenos agrícolas
- el tercero era de una charca estancada visiblemente contaminada
De cada tipo de agua también medimos los fosfatos y los nitratos con unos reactivos que también sirven en las peceras para controlar que los peces estén en un entorno adecuado para vivir.
Si pincháis en la imagen podréis ver algunas fotografías:
Y los parámetros de calidad del agua los medimos de la siguiente manera:
- pH: el medidor se introduce en el agua a la espera de que el número que marca el medidor deje de variar.
- Oxígeno disuelto: esta vez el medidor se introduce más al fondo. En caso de que no funcione correctamente, se agregan electrolitos. Estos tienen la capacidad de conducir la electricidad y nos medirá el contenido iónico en nuestra muestra de agua.
- Conductividad: el medidor se introduce a poca profundidad y se remueve para quitar las burbujas.
- Fosfatos: se trasvasa el agua en un bote con una capacidad de 10 ml y se añaden 3 reactivos distintos. Se derraman 6 gotas de los botes de los dos primeros reactivos, y una cucharada diminuta del tercero. Se remueve para que el agua se mezcle con ellos, y posteriormente se deja en reposo 5 minutos.
- Nitratos: finalmente, se repite el proceso anterior pero en esta ocasión, incluimos un reactivo más.
Hemos observado que cuanto menos oxígeno haya concentrado en el agua, más contaminación hay. A esto lo llamamos eutrofización, el cual es el proceso de contaminación más importante de las aguas estancadas o de ríos. Está provocado por el exceso de nutrientes en el agua, principalmente nitrógeno y fósforo, procedentes en su mayoría de la actividad humana.
Nuestra hipótesis era que la charca con agua hipotéticamente contaminada tenía menos oxígeno disuelto; conductividad estándar; temperatura ambiente, ya que estaba en tarros en el laboratorio sin ningún tipo de conservador de temperatura; el pH elevado; y altos niveles de fosfatos y nitratos. Por otra parte, se esperaba que el agua del río Manzanares tuviese más oxígeno disuelto, menor conductividad, pH neutro y bajos niveles de fosfatos y nitratos.
Resultó que, en cuanto a los fosfatos, el agua visiblemente menos contaminada (cerca de una salida de la potabilizadora de Colmenar Viejo) tenía los mismos niveles que la visiblemente más contaminada (la charca estancada), lo que llamó bastante la atención.
Paula Civantos Lobo es estudiante de 2º de Bachillerato Internacional del IES Rosa Chacel.
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