VIAJE A EGIPTO 2011
Hola a todos.
Este verano le ha tocado a Egipto, aunque no era lo previsto. Pretendíamos ir a algún lugar de Europa, pero en la agencia de viajes nos recomendaron aprovechar la oportunidad por lo económico que estaba. Y, efectivamente, la caída en enero del régimen de Mubarak nos ha beneficiado enormemente. El viaje ha sido barato para lo que suele ser y, para colmo, no hemos tenido ninguna apretura de turistas (según lo que nos han comentado que suele ser lo normal).
Pero, ¿y el calor en pleno agosto? Pues nada, allí hemos pasado menos calor que en Madrid o en el valle del Tiétar. ¿Será el cambio climático? Ni idea.
Así que ha sido una semanita llenita de templos, jeroglíficos y, por supuesto, egipcios y experiencias nuevas (unas chulas y otras no tanto). ¿Entre ellas?
Aquellas que siempre soñé:
- Ver el Río Nilo y navegar por él.
- Ver la Esfinge y las Pirámides (Keops, Kefrén y Micerinos) y, por supuesto, entrar en una de ellas.
- Estar en el Valle de los Reyes y en El Cairo.
- Ir a Abu Simbel a ver su templo.
- Ver la gran Presa de Aswan y el Lago Naser, la que hizo que tengamos en Madrid el Templo de Debod (pues iba a acabar bajo sus aguas).
Y muchas otras experiencias y curiosidades que no me esperaba:
- Ver otras cosas chulísimas como la tumba de Tut Ank Amon, los jeroglíficos con color, la Pirámide escalonada, el Obelisco inacabado, la estatua de Ramses II, el Templo Kom Ombo, el Museo de Arte Egipcio en El Cairo, la Ciudadela o mezquita de alabastro, un Nilómetro (para medir el nivel del río), etc. Una pasada.
- Navegar por el Nilo en Faluca (barca a vela) y al anochecer encima del techo de una lancha motora.
- Pasar a través de una exclusa en el Nilo a un nivel superior.
- Montar en camello por la margen del Nilo.
- Visitar un pueblo Nubio (los egipcios negros). En el que tuvimos una clase en su escuela, fumamos en la shisa y pude tener un cocodrilo (pequeño) en mis manos.
- Ver y aprender cosas sobre la importancia cultural que tienen los perfumes, las joyas y el papiro.
- Aprender a rezar en una mezquita de Aswan durante una visita nocturna.
- Entrar a un banco a cambiar Euros por Libras Egipcias.
- Montar en calesa (coche de caballos) por las calles de Aswan.
- Tener en mis manos un teclado de ordenador en cuyas teclas también aparecen las letras y caracteres árabes, aunque me fue imposible acceder a mi correo yahoo (no sé por qué).
- Tener que apartar constantemente, con un “No”, a los egipcios que te quieren vender algo y tener que dar propina para todo.
- Tener que regatear el precio de las cosas.
- Escucharles hablar en inglés (todo correcto para mí), pero luego escuchar a mi Montsina (profesora de inglés) decir: “¡Qué mal hablan, no se les entiende!”
- Comprobar la peligrosidad del tráfico. No existen reglas, aparentemente. Bueno sí, la ley del más fuerte, rápido, hábil, etc. Para colmo los peatones cruzan por donde les da la gana y cuando les da la gana. Lo curioso es que no vimos ningún accidente.
- Ver cómo se pelean los comerciantes con los policías y decir nuestro guía que es normal.
- Pasear por las calles y mercados captando imágenes, colores, olores, etc. y descubrir la importante pobreza que existe en sus calles.
- Que el barco-hotel en el que hicimos el crucerillo fuese a ser tan chulo, ni que el hotel de El Cairo fuese a ser el más nuevo, lujoso y mejor.
- Haber comido tan bien, tanto en el barco como en el hotel. Pero claro, tampoco nos hemos arriesgado a comer en otro sitio.
- Compartir una parte del viaje con una pareja muy maja de Barcelona y con Hisham, un guía egipcio genial.
Aunque fueron muchas las fotos que tiré, aquí os dejo una muestra algo más corta:
¡Ah, por supuesto, os recomiendo ir!
2 comentarios:
He estado dos veces en Egipto, porque mi tía está casado con un faraón jajaja. Nos vemos pronto, amigo.
David soy, o bueno ya tengo que decir que he sido, alumna tuya porque este año te marchas y me alegro mucho que hayais ido a Egipto. Yo nunca he estado pero siempre he pensado que ir a países que se encuentran en una situación tan diferente a la nuestra no tiene que ser muy agradable, y no por la gente ni por las costumbres, sino por la pena que me daría ver la mala situación de muchas personas. ¿A ti no te ha pasado eso?
Bueno espero que lo hayas disfrutado que con lo que te gusta aprender vendrás lleno de nuevas historias que contar.
Un beso enorme y espero verte pronto.
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